Sevilla se convierte del 6 al 16 de noviembre en la capital del mundo de la famosa tapa, al celebrarse la ‘Sevilla Tapas Week’, un popular concurso donde participan más de 200 establecimientos de la ciudad. Una oportunidad única de internacionalizar y de dar a conocer aún más si cabe, las típicas y reconocidas tapas sevillanas, como la pringá, los serranitos, el menudo, las espinacas con garbanzos, el soldadito de pavía de merluza o bacalao, gazpacho, pescaíto frito, cabrillas en salsa, huevas y papas aliñás, rabo de toro, cazón en adobo, huevos a la flamenca, caracoles, pincho moruno, flamenquines… Pero, sobre todo, de dar rienda suelta a la imaginación de los cocineros y aficionados a la cocina sevillanos que, para deleitar el paladar de sus visitantes, mostrarán en sus nuevas creaciones su sabiduría, gusto y buen hacer entre los fogones. En cualquier rincón de Sevilla encontrarás un lugar donde degustarlas, alrededor de la Catedral, en el Arenal, desde la Plaza de la Alfalfa hasta la Alameda de Hércules, en los Remedios, en Triana… y, como no, en el barrio de Santa Cruz, donde está situado el Hotel Palacio de Villapanés. Pero.. ¿Qué es una tapa? Un aperitivo, que se sirve en bares, restaurantes, tabernas… que acompaña a la bebida y que se ha convertido en una seña de identidad de la gastronomía española y muy especialmente de la andaluza. La tapa tiene su máxima expresión en el tapeo, una forma de comer, rica, variada, una costumbre que entronca a la perfección con la tradición española de salir a la calle, a los bares… a disfrutar, a tapear, a elegir un auténtico menú degustación entre la diversidad de posibilidades que se ofrecen en esos establecimientos. ¿Y cuál es su procedencia? Muchas teorías tratan de explicar su origen, que no queda claro si está entre los tentempié del populacho o las disposiciones de la realeza, pero estas últimas son las más curiosas y ‘divertidas’. Algunos estudiosos cuentan que Alfonso X El Sabio debía tomar por prescripción médica unas copas de vino diarias y que para disminuir los efectos del alcohol exigió que los acompañaran con algo de comida. Otros especialistas en cambio se inclinan por situarla en la época de los Reyes Católicos, que para prevenir las reyertas en las salidas de las tabernas por borrachos y maleantes impusieron que se sirvieran los vinos con lonchas de algún embutido. También, hay historiadores que apuntan al rey Alfonso XIII por una curiosa anécdota: al parar en la venta El Ventorrillo del Chato pidió un vino, pero para evitar que fuera presa de las moscas y la suciedad del polvo del camino pidió al tabernero que lo ‘tapara’ con una loncha de jamón… y ¡gustó! Lo que está contrastado es que estuvieron presentes en los escritos de los autores más venerados de la literatura española del Siglo de Oro. Miguel de Cervantes, las retrata en El Quijote con el nombre de “llamativos” y Francisco de Quevedo, las nombra en sus obras como “avisillos”. ¿Qué opinaría Alfonso X si probara las sofisticadas elaboraciones y deliciosos manjares que preparan los chefs actuales en una sabrosa tapa? Nosotros te invitamos a que conozcas nuestras tapas. Una creación de nuestro reconocido chef David Miralles. Estamos seguros de que sus propuestas despertarán tu ‘lívido’ gastronómica. ¡Vente de tapeo a Hotel Palacio de Villapanés! No te arrepentirás. Un lujo para los sentidos. Nuestras tapas recomendadas:
-Chapizza de boletus y jamón (la preferida de nuestro chef)

-Aliño de pimientos con camarones fritos

-Vieira gratinada con pisto

-Guiso de choco con guisantes y pan frito