Feria de Abril en Sevilla. ¿Estás preparado?

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Sólo dos o tres semanas después de la Semana Santa, cuando todavía está candente el fervor de las procesiones, el olor del incienso y del sudor de los costaleros, y la voz quebrada y sentida de las saetas, se celebra la Feria de Abril de Sevilla. Una ‘Fiesta’ con mayúsculas, que podría demostrar que los sevillanos son las personas que más y mejor se divierten en el mundo. ¿Te atreves a comprobarlo?

Que Sevilla pase en unos días de la tristeza y sentir religioso a la alegría exuberante de una fiesta pagana es… ¿Una contradicción o un atractivo digno de descubrir y compartir? Sin duda, afirmamos que es uno de los tesoros y embrujos de esta ciudad tan especial, que hechiza a sus gentes para transformar su llanto y su pasión de la Semana Santa, en la risa y la diversión de una de las ‘Fiestas Locales’ más conocidas y envidiadas de España.
Un acontecimiento que no debes perderte si quieres conocer la verdadera cultura e idiosincrasia de Sevilla y una de sus tradiciones más antiguas. De hecho, sus orígenes se remontan al siglo XIII, cuando el Rey Alfonso X el Sabio dispuso que en Sevilla se celebraran dos ferias al año, una en primavera y otra en otoño, aunque no fue hasta mediados del XIX cuando se restauró y relanzó con fuerza la Feria de Abril, con un cierto carácter comercial que luego pasó a ser más festivo.
La fiesta de la primavera sevillana dura nada menos que seis días completos. Este año comienza el martes 21 de abril a las 00:00 horas con la asombrosa ‘Prueba del Alumbrao’, que consiste en el encendido de miles de bombillas y farolillos de la majestuosa puerta de acceso, y finaliza el domingo 26 de abril a las 12 de la noche con un espectacular castillo de fuegos artificiales.
La Feria tiene lugar en un enorme recinto, conocido con el nombre del Real de Sevilla, que se distingue por la inconfundible tierra dorada de albero de las plazas de toros, y donde se levantan más de 1.000 casetas verdes y rojas con rayas blancas y un bullicioso parque de atracciones. Esta gran explanada está situada en el Barrio de Los Remedios, a un paso del Río Guadalquivir y a escasa media hora paseando desde el Hotel Palacio de Villapanés.
Por el día, te asombrará el trajín de la Feria, el desfile constante por las calles del Real de elegantes jinetes a lomos de majestuosos caballos, engalanados enganches y carrozas, repletas de sevillanas ‘embutidas’ en sus coloridos típicos trajes de flamenca de lunares y volantes, que te dejarán prendado por su belleza, sonrisa y alegría.
A medio día, los sevillanos se reúnen en las casetas, su punto de encuentro, para disfrutar en familia, con los amigos y visitantes, de la rica y variada gastronomía andaluza, de deliciosas tapas, suculentos guisos, crujientes frituras de pescadito… Eso sí, unas casetas son de uso particular y otras de libre acceso.
Por supuesto y fuera del recinto, todas las tardes hay corrida de toros en la Real Maestranza, donde los amantes del toreo disfrutan de tan singular arte y donde los curiosos turistas descubren el valiente pero, para algunos, desigual duelo entre hombre y bestia.
Por las noches volverás a quedarte deslumbrado por los farolillos, el rechinar de cubiertos, platos y vasos, el bullicio de las casetas, donde la manzanilla, los rebujitos, las copas… animan al personal al cante y al baile, que se convierten en los protagonistas de la fiesta hasta bien entrada la madrugada. Una extenuante expresión de arte y alegría. Improvisado flamenco en estado puro.
¿Agotado? Unos buñuelos o unos churros con chocolate te volverán a poner a tono y a recuperarte para vivir intensamente un día más de Feria. Te esperamos con los brazos abiertos en el Hotel Palacio de Villapanés para que compartas con nosotros la felicidad de la Feria de Abril de Sevilla.

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